Jung y el tarot

Entre 2008 y 2009, el grupo de estudio se dedicó a la lectura de "Jung y El Tarot" de Sallie Nichols; siguiendo para ello el método propuesto por la autora. Fué así como cada participante elaboró un diario en el que consignaba no sólo el "entender" teórico de cada carta, sino su comprensión vía la experiencia.

Desde un principio tuvimos claro, como lo advierte la autora, que no se trataba del aprendizaje de un método mágico de adivinación, sino de una lectura psicológica a partir de las amplificaciones arquetípicas sugeridas por las enigmáticas cartas.

A continuación ofrecemos algunas de las reflexiones logradas en el curso de aquella experiencia.





La Fuerza

Por Eliana Marcela Fernandez

(Estudiante de Psicología. Egresada en danza de la escuela popular de artes)

El coraje del león es la sabiduría de Dios. (Blake)

En la técnica corporal llamada antigimnasia se habla de que en la espalda tenemos un tigre, haciendo alusión a esa cadena muscular posterior compleja que posee una gran fuerza y que es la responsable de muchos dolores físicos que salen a relucir a causa de nuestro desconocimiento de ella. En este caso la carta 11 del tarot, la carta de la fuerza esta representada no con un tigre sino con un león, ambos, animales de naturaleza salvaje. Para no pelear entre quien se queda si el tigre o el león y así poder exponer esta idea voy a dejar al león ya que el es el rey de la selva, el que ostenta orgullo y poder.

Pero esta carta no viene sola, Una mujer vestida elegantemente con un sombrero que hace alusión de cierto conocimiento ganado, y magia coge por detrás sutilmente las fauces del león quien se muestra tranquilo frente a ese acto. En el otro ejemplo el de los músculos de la espalda, ese ahora llamado león, también tiene sus antagonistas, músculos delanteros y además todo un cuerpo con articulaciones, huesos, cabeza cerebro y pensamiento, el todo vital que forma a un ser humano; en ese cuerpo se ve la fuerza como la constante lucha unas veces inconsciente, otras consciente, de tirar y aflojar, perfecta muestra de que se está vivo. Un cuerpo totalmente rígido es inmóvil y un cuerpo totalmente flojo también es inmóvil. Si un músculo se contrae el otro se distiende, esa es la vida. Corporalmente la fuerza está inscrita en nuestro cuerpo como memoria de nuestras historias particulares, en la forma como nos hemos defendido, protegido, creado corazas y a veces como reaccionamos como fieras ante un posible ataque. Así mismo hace parte de nuestra historia colectiva de la cual no podemos ser distintos, una memoria primitiva y animal que nos acompañará por siempre.

Volviendo a la imagen del tarot, la autora Sallie Nichols llama la atención sobre la presencia femenina (la mujer), la cual sugiere la mediación del anima en nuestro encuentro con lo instintual (el león), una manera distinta de conectar con la fuerza a través de los poderes personales construidos con las propias manos, sutilmente y sin dramatismos. Así es como el personaje de la carta le hace frente a esa fuerza, no la ignora, la conoce, la respeta y se acompaña de ella, es decir, la doma. Esto no significa represión, la boca abierta del león en la carta habla de que siempre está la posibilidad de encontrar la manera humana de expresar los instintos sin que ellos nos dobleguen, por ello, la dama de la carta tiene sus manos puestas allí.

Cuando se trabaja con la antigimnasia, prosigo, se tiene en cuenta la mandíbula como ese lugar donde muscularmente hay mayor fuerza y se hacen movimientos para que esos músculos encuentren menos fuerza y adquieran mayor docilidad, es un trabajo de integración de esa energía instintual que puede ser reconocida y liberada. Después de un tiempo de estas prácticas, es normal que se comience a experimentar la necesidad de verbalizar lo que se había tenido guardado por mucho tiempo, o que se manifiesten las gripas, la tos y otras afecciones en lugares del cuerpo cercanos a los músculos comprometido con la mandíbula como lo son el cuello y los hombros. Son las expresiones, en el cuerpo, de la necesidad de llevar a la conciencia lo no reconocido, lo que se ha ignorado por mucho tiempo; eso que en ocasiones se ha expresado inconscientemente, es decir, incontrolablemente, desaforadamente, momento en que la rabia los celos, la lujuria, vienen como un volcán a arrasar con todo: el león nos posee y no podemos controlarlo.





El Ermitaño

“El olvidado arte de la soledad”.

Por Cristina Hincapié. Psicóloga

En el tarot de Osho, la carta de “la voz interior” dice: “Si has encontrado tu verdad dentro de ti mismo, no hay nada más que encontrar en toda esta existencia. La verdad está funcionando a través de ti. Cuando abres tus ojos, es la verdad quien abre sus ojos. Cuando cierras tus ojos es la verdad quien los está cerrando”.

Retirarse voluntariamente de la sociedad es un arte y una necesidad para el espíritu que está en proceso de autoconocimiento; sin embargo, es una decisión difícil de tomar intencionalmente y resulta más cómodo esperar que la vida nos ponga en estas circunstancias. Y aún cuando el destino nos obliga a estar solos, queremos aferramos fuertemente a cualquier lazo que nos mantenga en contacto con el exterior, evadiendo cualquier posibilidad de encontrarnos con nuestro ermitaño.

La luz de este solitario anciano nos muestra el camino; el bastón sirve de apoyo para que sus pasos sean firmes y la tranquilidad de su mirada nos hace pensar que no debe ser tan malo estar en soledad para escucharnos a nosotros mismos.

Para aceptar la “propia vida” es de mucha utilidad desprender nuestra identidad de la masa de la humanidad y reconocernos en el silencio de un cuarto sin espejos, sin otros proyectados, sino de mil imágenes del sí mismo que sólo pueden ser descubiertas gracias al sigilo y la astucia del ermitaño…

Habrá pues que emprender un silencioso viaje en soledad, pues nos urge reconocernos como individuos para encontrar nuestra “verdad”, o por lo menos sospecharla… silencio, oración, meditación… tal vez allí esté esperándonos “la verdad”.

(Las reflexiones que aparecen a continuación son autoría de Lisímaco Henao H, salvo que se indique lo contrario)


La Justicia

"Justicia divina" es el nombre dado a aquellos eventos que, sin nuestra participación consciente suceden en el mundo, claro, es fácil hablar de justicia divina cuando los resultados son agradables para el Yo; mucho más dificil es aceptar que aquello que nos sucede inesperadamente o por fuera de nuestro deseo puede tener el mismo caracter. Sin embargo, de acuerdo con la evidencia de que en el inconsciente mora también la sabiduría, podemos comprobar que muchas situaciones dolorosas o incómodas obedecen a una necesidad justa aún no comprendida.

La justicia humana se ocupará de hacer cumplir las humanas normas conscientes, pero la misión de vivir implica atender también a aquella otra forma de justicia percibida desde el alma.

Víctima y Victimario se encuentran integrados en el concepto moderno de justicia. El problema de la responsabilidad y de la reparación les compete, convirtiéndose en uno de los temas arquetípicos más actuales en un mundo que no logra relacionarse por otra vía que no sea el poder.







El Carro

Las trampas del éxito


En su obra "El código del alma", James Hillman dirige nuestra atención hacia la imagen del nacimiento humano comunmente realizado de cabeza. Para él, nuestra tarea en el mundo será la de girarnos y poner los pies en la tierra, un proceso que él denomina "crecimiento descendente" y que implica tanto el recordar nuestro ser divino como realizar nuestro destino humano. Este proceso de humanización está representado en el tarot por la carta del carro como un viaje durante el cual se corren innumerables peligros, entre ellos el de creer que los primeros "éxitos" en la formación del ego (hecho representado por la carta de los enamorados), son definitivos y que ahora puede el espíritu librarse a su propio control en una hybris que lleva a creer que las fuerzas de la naturaleza ya no tendrán que ser tomadas en cuenta (los caballos sin riendas).

La imagen arquetípica contenida en esta carta nos habla psicológicamente, del cuidado que se debe tener al momento de capitalizar nuestras realizaciones concientes, para no perder la humildad del ego, tan escasa a veces.

El automovil (el carro moderno), suele simbolizar estabilidad económica y estatus social, quizás debido a la sensación de control que genera. Simbólicamente la rueda representa uno de los grandes logros de la civilización y, por lo tanto, "ir sobre ruedas" deviene en símbolo de los más caros logros del Ego. En otro sentido Jung llamó la atención sobre la forma como el automovil podía ser para muchos hombres una imagen arquetípica del ánima, al observar la manera como se le prodigan cuidados amorosos y se desarrolla toda una imaginería femenina con resepcto a ese objeto. (Llama la atención el que a un moderno modelo de vehículo se le haya dado el nombre de EGO).



 



El Enamorado

El amor al alma, el amor en el alma

En el mito de Eros y Psiqué (Apuleyo), se nos muestra en todo su esplendor la evidencia de que el alma aparecerá siempre que el amor y sus vicicitudes la invoquen. Sabemos que es en esos momentos de alegría o tristeza cuando más "profundos" nos sentimos o cuando más "nos profundizamos"... y toda profundidad pertenece al reino del alma. ¿Será por eso que dice la canción: "pero es mejor querer y después perder que nunca haber querido"?

Es por ello que el encuentro amoroso también representa nuestro contacto con el alma del mundo: por amor, el ego entra en relación con esta realidad material, corporal, feliz y dolorosa al mismo tiempo. Un maestro en todo caso es este niño travieso con sus irracionales flechas.

Los Amorosos (Jaime Sabines, México).

Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,

el más tembloroso, el más insoportable.

Los amorosos buscan,

los amorosos son los que abandonan,

son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.



Los amorosos andan como locos

porque están solos, solos, solos,

entregándose, dándose a cada rato,

llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben.

Siempre se están yendo,

siempre, hacia alguna parte.

Esperan,

no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.

El amor es la prórroga perpetua,

siempre el paso siguiente, el otro, el otro.

Los amorosos son los insaciables, los que siempre "¡qué bueno!" han de estar solos.



Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.

Las venas del cuello se les hinchan

también como serpientes para asfixiarlos.

Los amorosos no pueden dormir

porque si se duermen se los comen los gusanos.



En la obscuridad abren los ojos

y les cae en ellos el espanto.



Encuentran alacranes bajo la sábana

y su cama flota como sobre un lago.



Los amorosos son locos, sólo locos,

sin Dios y sin diablo.



Los amorosos salen de sus cuevas

temblorosos, hambrientos,

a cazar fantasmas.

Se ríen de las gentes que lo saben todo,

de las que aman a perpetuidad, verídicamente,

de las que creen en el amor como en una lámpara

de inagotable aceite.



Los amorosos juegan a coger el agua,

a tatuar el humo, a no irse.

Juegan el largo, el triste juego del amor.

Nadie ha de resignarse.

Dicen que nadie ha de resignarse.

Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.



Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,

la muerte les fermenta detrás de los ojos,

y ellos caminan, lloran hasta la madrugada

en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.



Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,

a mujeres que duermen con la mano en el sexo,

complacidas,

a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios

una canción no aprendida.

Y se van llorando, llorando

la hermosa vida.




El Papa

 "Bendigo al loco y bendigo al mundo, a la verdad y su artificio,

al puñal y a la herida, al primer llanto y al último suspiro,

al animal que es alimento y al vientre que lo digiere,

Bendigo las lágrimas del santo y al fuego que pare el agua.

Bendigo al sapo que espera un beso y al Mesías que no llega.

Bendigo el ciego amor del padre y a su hijo que lo ultima.

Bendigo el círculo del ser en el fondo inescrutable de la nada."

Alejandro Jodorowsky en "Yo, el Tarot"




"A través de la paz interior se puede conseguir la paz mundial. Aquí la responsabilidad individual es bastante clara ya que la atmósfera de paz debe ser creada dentro de uno mismo, entonces se podrá crear en la familia y luego en la comunidad." El actual Dalai Lama, uno de los padres espirituales en el mundo

 
 
 
 

 
El Emperador
 
Confrontarse con su ley.



El signo que signa el símbolo,

la cruz que organiza cuatro espacios en la noche

brújula en el despertar,

origen del ímpetu del hijo y de la hija,

labrador de la cuna.

Dejar morir al padre demasiado bueno es tarea fundamental en la vida de un hombre: enfrentarse a su ley, acercarse a su sombra, confrontar su abuso. Porque el padre nos enseña el órden y apunta hacia los ideales, porque su lenguaje nos permite acceder a lo ya hecho, pero es tarea del hijo, en ciertos momentos críticos, mirar hacia atrás, dar gracias y emprender el propio viaje. Habiendo comprendido el papel de la sombra del padre y aprendido su lenguaje, podrá encontrarse con su propia sombra e iniciar el camino que lo conducirá a la integración, al nuevo vientre, a la tierra prometida... todo aquello que evoca la Gran Madre.


En grupos humanos aún no totalmente occidentalizados la imágen arquetípica del padre tiene otros matices. Para los indígenas arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia), el padre también es un principio ordenador, pero su ley incluye la protección de la madre. Evidentemente esto da una perspectiva muy diferente de la relación entre los géneros y con la naturaleza.







 "Que el impensable ojo del abismo te salve,


llena eres de gracia, sin ti la eternidad no vive

ni da giros la rueda del sagrado sacrificio

ni se desliza la barca de un mundo que se esfuma

ni se nutre con tus frutos el vientre de la muerte,

santuario de barro donde palpita el Misterio.

Bendito el torrente que inunda a la piedra vacía.

Bendita la joya verde que surge de tu sexo.

Ella nace, crece, se marchita y desaparece.

Sin estrellas la noche pierde su nombre.

Sin sueños el vigia incorporal se duerme.

Entonces vienes tú y con tus hilos negros

otra vez tejes las luces."

A. Jodorowsky. Yo, el tarot

LA MADREMONTE: Conocida en otros paises como "Madre Selva", representa a la naturaleza como lo femenino en su estado materno, ella es la encarnación del espíritu, da luz a todo lo posible. Tiene también un lado oscuro, sobretodo cuando es intervenido o examinado por una mirada destructiva o abusiva. (En la fotografía, tomada en el Jardín Botánico de Medellín, un niño juega sobre el cuerpo de esta Gran Madre ¿acaso la reconoció?)







La Sacerdotisa ó La Papisa


"Ambos sexos están sujetos a los caprichos de esta diosa, pero las mujeres, por simpatía, se dan cuenta más fácilmente de su influencia y se preparan para afrontarla. Los ciclos rítmicos de la menstruación, con los cambios de humos que los acompañan, ayudan a la mujer a esperar lo inesperado, así como a reconocer y aceptar lo irracional como parte de la vida. El temperamento de la mujer, así como el de la diosa está más relacionado con los ritmos de la naturaleza que con los sistemas de la lógica.
Para el hombre la situación es diferente tanto psicológica como fisiológicamente; se siente menos sintonizado que la mujer con el ir y venir de sus humores. Como resultado de ello, la diosa puede sorprenderle. " Sallie Nichols
                                                            








Arwen Undomiel:
Mujer sagrada en la novela "El señor de los anillos"






El Mago


"Nuestro espíritu mercurial (a quien podemos etiquetar como nuestro Mago interior) comparte también estas dos facetas. Es a la vez nuestro `espíritu creador de la materia´ y a la vez está `confinado y prisionero´ en la oscuridad de nuestro oscuro inconsciente. Si ha de funcionar para nosotros como la `sustancia transformadora´, tendremos que encontrar la manera de liberarlo del cautiverio y traerle a la luz de la conciencia." ...Sallie Nichols.



La ciencia como exceso: uno de los lados oscuros del mago.

La imagen del "científico loco", ha sido ampliamente elaborada por la literatura y el cine, por ejemplo en el Frankestein de Mary Shelley. Esta imagen se refiere a un ego en estado de inflación, que aspira a manipular la naturaleza hasta límites que la agreden e invierten el órden de su propio desarrollo.


Aunque las cuatro películas de la saga "Aliens" exploran este tema, es quizás en la cuarta entrega "Alien. La Resurrección", en la que más se evidencia la lucha de un femenino heróico (el personaje Ripley), contra la manipulación genética de que ha sido objeto. Ella, que había muerto al final de la tercera película, ha sido de nuevo traída a la vida y cruzada con el monstruo, desarrollándose así otro tema arquetípico: el del mago como manipulador de la vida y la muerte, tan presente como soporte de ciertas investigaciones y debates contemporáneos.






El Loco

"El hombre debe regresar hasta sus orígenes personales y raciales y aprender de nuevo las verdades de la imaginación. Y en este trabajo le van a ayudar dos extraños maestros: el niño, quien ha entrado a medias en el mundo racional del espacio y del tiempo, y el loco, que ha escapado a medias de él. Pues solo estos dos seres estan liberados, de algun modo, de la presión del remordimiento del acontecer diario y del incesante impacto de los sentidos externos que atormentan al resto de la humanidad. Estos dos tipos originales viajan ligeros, van lejos en sus solitarios viajes trayéndonos a veces una ramita brillante del Bosque de Oro por el que se han paseado". Sallie Nichols en "Jung y El Tarot"




Heath Ledger personificó magníficamente una imágen arquetípica del Freak. Poco tiempo después fué tocado por la muerte en extrañas circunstancias.