martes, 14 de marzo de 2023

SEMINARIO: Arquetipos y Mitos Latinoamericanos.

Presentación, objetivos, temario general y detalles para la inscripción.


Presentación

La teoría de los arquetipos nos permite, por definición, encontrar las conexiones más profundas entre las imágenes a través de las cuales vivimos y construimos el mundo actualmente y aquellas provenientes de las más remotas épocas y culturas, entre lo que creemos más individual y aquello que nos compete como especie. Aunque esta premisa puede resultar clara para los estudiosos del legado junguiano, al pasar el término “arquetipo” al argot popular, se asoció necesariamente, para muchas personas, a lo griego, algo completamente comprensible dado que el interés de los especialistas se ha centrado sobre todo en dicha mitología, dada su rica complejidad y lo completo de los relatos originarios que se conservan. 

Esta “aura” que cubre al arquetipo como algo necesariamente ligado a las divinidades griegas se sumó a la idea general de que el acervo mítico ancestral de las américas, se encontraba todo “teñido”, “contaminado” o sesgado por el cristianismo, al haber sido traducido al castellano por religiosos cristianos. Quizás estas dos ideas retrasaron por mucho tiempo la pregunta por las imágenes arquetípicas de estas tierras, por la forma como esos arquetipos que dieron a luz, por ejemplo, al hades griego y al infierno cristiano, se habrían expresado aquí.

Actualmente podemos afirmar que, por fortuna, los tiempos han cambiado y que, cada vez más, descubrimos algunas dinámicas de las traducciones (por ejemplos algunos estudios sobre la traducción del Popol Vuh), que nos permiten pensar que no todos los traductores estaban intentando cristianizar el mito indígena y, por otra parte, encontramos que muchos pueblos actuales ni siquiera recibieron traducción foránea y continúan compartiendo sus mitos por vía oral, compartiéndolos, además, con nosotros cuando estamos dispuestos a escuchar. 


Objetivos

En resumen, este curso tiene dos objetivos primordiales:

1. Revisar la teoría de los arquetipos, es decir, estudiar nuevamente uno de los pilares fundamentales de la psicología analítica, sin el cual, con toda seguridad, puede dejar de ser llamada “junguiana”.

2. Llevar a cabo lo anterior mediante la revisión de un material no griego y, como se verá, para nada cristiano, dado que surge en unas condiciones geográficas, históricas y espirituales muy diferentes. 

Metodología. 

a. Como se verá por el temario, no me fue posible diseccionar el material por arquetipos (“mitos del héroe”, “mitos del ánima”, etc.), sino que fue manifestándose por grandes temas, temas propios de la vida y creencias de los pueblos  (luego descubrí que esa imposibilidad es muy conveniente). 

b. El seminario se organiza, entonces por grandes temas, cinco para ser exactos, los cuales serán acompañados por varios mitos cada uno, de donde veremos emerger los llamados arquetipos.

c. Un curso parecido a este, lo impartí en la Universidad de Antioquia (Medellín), en 2019 (sólo se repetirá un mito de los trabajados entonces). En ese entonces pudimos contar con la visita de dos amigos indígenas (pueblos Kogui y Tule). Es muy probable que podamos tener una experiencia similar en esta ocasión. 

d. La última sesión sigue al tradicional compartir de los pueblos tradicionales en torno a un gran símbolo final: el maíz, el cual parece abarcar a todos estos pueblos, también podremos poner en común la manera como, sin darnos cuenta, estos mitos han estado en nuestras vidas, una puesta a prueba de la teoría del inconsciente colectivo. 

Reflexión preparatoria

En aquel curso dado en la universidad, uno de los compañeros indígenas nos hizo una aclaración que resulta tan impactante como delicada: “Es que eso que ustedes llaman mito, para nosotros es la vida”. Esta frase, que nunca olvidaré, podría representar una dificultad ética al momento de abordar algunos materiales, la misma que siento al exponer la arquetípica de la Virgen María frente a un público católico, y no obstante, nos llama al respeto profundo y a saber dirigir nuestro trabajo hacia un objetivo más: tender puentes entre iguales, ya que el inconsciente colectivo nos pone en total horizontalidad con todos los pueblos y culturas, antiguas y actuales. Desde la perspectiva de los arquetipos y el inconsciente colectivo, la xenofobia es la negación de uno mismo. 

Lisímaco Henao Henao. 


TEMARIO:

1. CREACIÓN. Quiches (Mesoamérica), Yanomamis (Venezuela), Incas (Perú)

2. "JAGUARIDAD". Quiches (Mesoamérica), Chiribiquete (Colombia), Uitotos (Colombia-Perú)

3. SERPIENTE. Aztecas (Mesoamérica), Amazonía (Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador),                     Mapuches (Chile)

4. INFRAMUNDO. Quiches (Mesoamérica), Emberas (Colombia), Mapuches (Chile)

5. CHAMANISMO. Uitotos (Colombia), Nahuas y Mayas (México), Chamanes Jaguares de Yuruparí         (Colombia-Brasil).

6. CIERRE. Compartir alimentos de maíz. Resonancias míticas en la vida de los asistentes. 



ASPECTOS PRÁCTICOS.

Horario: Martes de 7 a 9 p.m. (Hora de Colombia) 

Fechas: Abril 4, 11, 18, 25 y Mayo 2 y 9


Costos (Total del seminario y materiales escritos y en video que se envían previamente)

125 dólares ó 500.000 pesos colombianos. 

Formas de pago: transferencia bancaria o paypal


Modalidad: Virtual y Presencial. En vivo. En caso de faltas se ofrecen hasta dos clases grabadas. 


Inscripciones: el cupo se separa mediante el pago. Escribir a eventos@jungcolombia.com


Docente:

Lisímaco Henao Henao.

Psicólogo U. de A. (Medellín 2000)

Master en Psicología Analítica U. R. L. - SEPA (Barcelona 2003)

Analista Junguiano IAAP (Copenhaguen 2013)

Supervisor Didacta IAAP (Bogotá 2018)

Miembro de la Sociedad Colombiana de Analistas Junguianos (SCAJ)





martes, 7 de marzo de 2023

Arquetipos y Mitos Latinoamericanos.

 ¿Nos interesa la teoría de LOS ARQUETIPOS y también las IMÁGENES que estos generaron en la América ancestral? Este es nuestro seminario, en esta ocasión sobre Latinoamérica. Desde ya consideramos un segundo ciclo sobre los mitos en la América anglosajona.

ARQUETIPOS Y MITOS LATINOAMERICANOS. Un seminario para seguir acercándonos a nuestras raíces arquetípicas.

Inscríbete a nuestra base de datos escribiendo a eventos@jungcolombia.com y recibe toda la información sobre este y otros eventos. 


#arquetipo #mitología #latinaomericana


sábado, 4 de febrero de 2023

Arquetipos y estereotipos: CUANDO EL HÉROE NO PARECE MUY HEROICO.

Fragmento de un libro en preparación.  

"Hoy sabemos que el mito heroico expresa ese esfuerzo del Yo (Ego) por salir de su estado infantil y dirigirse hacia su propio destino, pasando por una serie de experiencias que pondrán a prueba sus disposiciones personales. Podríamos decir entonces que todo esfuerzo por moverse desde la comodidad de lo conocido hacia lo inquietantemente nuevo, es un esfuerzo heroico y constela el arquetipo del Héroe o de La Heroína como apoyo inconsciente. Renunciar a un trabajo que ya sabemos hacer y que nos ofrece una recompensa monetaria, pero que ya no nos da satisfacción o comienza a maltratarnos, puede ser un acto heroico por completo. No obstante, pensando en esos entornos en donde las opciones laborales son mínimas, quizás lo heroico es quedarse en ese trabajo en aras de un bien mayor, por ejemplo, la sobrevivencia individual o del grupo, e incluso para esto el arquetipo del Héroe tiene una faceta: la del sacrificio. Esta palabra, que genera sospecha y repelús en muchas personas, dado que sacrificarse ha llegado a significar, muchas veces, ceder el ser por completo, designa un movimiento heroico muy importante, cuando el arquetipo nos impulsa a poner a prueba nuestra capacidad para la entrega al bien común, para la espera en aras de algo mejor más adelante o para la “mortificatio” del “principio del placer”, una incomodidad necesaria para el desarrollo de un desplegarse del ser que es diferente, aún dándose como una actitud nueva dentro de lo viejo. Si esto no fuera posible, no veríamos a millones de personas desarrollando esas tareas repetitivas que el hiperproductivismo capitalista exige y, al mismo tiempo, desarrollando también una vida rica en experiencias sociales e individuales. Una de las cosas que más dificulta la valoración de estas vivencias, es la actual tendencia a la sobrevaloración del emprenderismo y la autonomía, que pueden ser la nueva cara del individualismo occidental, que anima contínuamente a que todos deberíamos ser "nuestro propio jefe" o a que nadie trabaje para nadie (otros términos vienen sumándose a esta nueva parafernalia del Yo: reinventarse, ser la mejor versión de ti mismo, etc.). Se trata de otro ideal, otro aspecto del estereotipo en el que la psicología tiene el trabajo pendiente de penetrar profundamente.

En la vida de pareja también se dan esos casos en los que las condiciones exigen quedarse un tiempo más del "idealmente dictado" en una relación que resulta displacentera en muchos sentidos. Nos es muy fácil criticar a estas personas como faltas de coraje, de inteligencia o de "deconstrucción". Pero sólo escuchando en profundidad podemos comprender experiencias muy lejanas a la nuestra, con otras condiciones que quizás promuevan otra forma de desarrollo. Hoy en día, nos llega a parecer que lo ideal es la separación frente a cualquier asomo de concesión o negociación entre las partes, pues todo parece un sacrificio del ser hombre o del ser mujer, del ser (excluyo aquí, por supuesto, experiencias de violencia que a estas alturas de la evolución humana debe evitar cualquier mujer y cualquier hombre). Pero como afirmé más arriba con respecto al trabajo heroico, hay esperas que también permiten crecer. Puede que me equivoque en cuanto a esto, pero de lo que sí estoy seguro, es de que ampliar mi rango de observación de lo heroico, me permite comprender a personas que "todavía no" o que "definitivamente no", van a hacer el movimiento "ideal" propugnado por las psicologías al uso.

Hoy en día algunas tendencias psicológicas animan con ahínco la renuncia al trabajo, a la pareja, a la familia, como formas heroicas que se van estereotipando al literalizar el mito. Hace carrera el estereotipo del héroe, de la heroína, que "deja ir siempre" y, con eso, perdemos opciones, muchas opciones de comprensión necesarias y de respeto hacia otras formas del vivir que, incluso, podríamos llegar a experimentar nosotros mismos. El arquetipo de El Héroe, en cambio, nos permite vislumbrar un espectro de experiencias mucho más amplio y comprender realidades que, de lo contrario, vamos a terminar satanizando, siendo estas las únicas a las que muchas personas pueden acceder. Es injusto subvalorar a una psique porque no experimenta la vida como lo dictan nuestros ideales, nuestra teoría o nuestro propio camino. Ponerse como ejemplo es a veces una herramienta y a veces un verdadero veneno; al identificarnos con el Héroe o la Heroína literalizados, activamos un movimiento sobrecompensador de la psique, lo que el Yo experimentará como una verdadera tragedia. Este fenómeno se encuentra representado en la mitología griega, cuando un humano que había decidido vivir “como si” fuera este o aquel dios, era castigado por esa misma divinidad. En el mito heroico esto es conocido como la hybris, la inflación por orgullo.

No olvidemos que un arquetipo es, primero que todo, un patrón universal que ningún ser humano, por humilde o desentendido que sea de esta teoría, escapará de personificar en algún momento. La verdadera visión psicológica consiste en detectar la experiencia heroica allí donde parece no haberla, dado el esquema académico o el estereotipo imperante.

Lisímaco Henao Henao.

Analista Junguiano SCAJ-IAAP

Un apunte adicional a la observación del arquetipo del héroe para el libro "Arquetipos y Estereotipos. En la teoría, en la psicoterapia y en la vida". Obra en preparación.

jueves, 26 de enero de 2023

LOS AMIGOS Y EL CASTILLO ENCANTADO. Un relato de C. G. Jung

Para la psicología analítica la personalidad está conformada por cuatro factores funcionales: Pensamiento, Sentimiento, Sensación e Intuición, y dos tipos de actitud: Extravertida (o “extrovertida” como popularmente la nombramos) e Introvertida, de tal manera que todos los seres humanos desarrollamos preponderantemente dos funciones y un tipo de actitud. El próximo semestre nos dedicaremos durante ocho encuentros a escudriñar y diferenciar estas funciones, estos tipos y las 16 clases de personalidad que se desprenden de ellos. En muchos aspectos esta no difiere de otras tipologías creadas por la psicología pero suma algo que es propio de una psicología realmente profunda: postula la existencia de una personalidad inconsciente o de un inconsciente que tiende a personificarse y a actuar autónomamente, todo lo cual podemos deducir por el funcionamiento de la consciencia. A través de su estudio buscamos comprender mejor los encuentros y desencuentros que se dan en nuestras relaciones cotidianas con los otros y con el mundo y, por supuesto, comprender también ciertos fenómenos en cuanto a la relación con nosotros mismos..

En su afán por hacerse entender, no era raro que Jung echara mano no sólo de su experiencia clínica, de elementos de la literatura y la filosofía e incluso de su propia biografía, también permitía que su creativa imaginación fuera una herramienta. A continuación transcribo un pequeño cuento sobre dos amigos que descubren lo opuestos que son, gracias a una experiencia compartida, aunque en principio parecía que tanto el más dirigido por el mundo objetivo (el extravertido) como el que se centraba más en su subjetividad (el introvertido), parecían estar muy cómodos en su mútua complementariedad.



“…dos jóvenes están dando un paseo por el campo y en su deambular ambos llegan a las inmediaciones de un bonito castillo. A los dos les gustaría contemplar su interior. El introvertido dice: «Me gustaría saber cuál es su aspecto por dentro». Y el extravertido responde: «Entremos, pues», al par que se apresta ya a traspasar la puerta. Entonces el introvertido le retiene: «Tal vez no esté permitido pasar», dice preocupado, mientras su mente es asaltada por una serie de confusas imágenes de violencia policial, denuncias, perros peligrosos, etc.; a lo que el extravertido contesta: «Siempre se puede preguntar. Verás cómo nos dejan entrar», mientras el trasfondo de su mente se llena de imágenes de ancianos y amables porteros, hospitalarios castellanos y posibles aventuras románticas. Gracias al optimismo del extravertido los dos consiguen entrar en el castillo. Pero es entonces cuando se produce lo inesperado. El castillo ha sido reformado por dentro, y todo lo que alberga son un par de salas y una colección de antiguos manuscritos. Casualmente, estos últimos despiertan el entusiasmo del joven introvertido. No ha hecho más que verlos y ya parece como si se hubiera operado en él una transformación. Sus ojos se abisman en la contemplación de los tesoros y sus labios dan paso a todo un cúmulo de exclamaciones de satisfacción. A continuación entabla una conversación con el vigilante, a fin de obtener de él toda la información que le sea posible. Pero como los resultados no responden a sus expectativas, pregunta si le sería posible reunirse en ese mismo momento con el bibliotecario, a fin de intercambiar un par de palabras con él. Su timidez ha desaparecido; los objetos despiden un seductor resplandor y el mundo presenta un aspecto completamente nuevo. Entretanto el humor del extravertido empieza a oscurecerse por minutos; su cara se vuelve cada vez más larga y empieza ya a contraerse en los primeros bostezos. Está claro que aquí no hay amables porteros ni caballeresca hospitalidad y que de románticas aventuras es inútil buscar ni la más remota huella. Lo único que tienen delante es un castillo transformado en un museo. En cuanto a los manuscritos, uno no necesita salir de casa para verlos. Mientras crece el entusiasmo del uno, el humor del otro empeora por momentos; el castillo le aburre, los manuscritos le recuerdan a una biblioteca, la biblioteca a la universidad, y la universidad a estudios y amenazadores exámenes. De forma paulatina, un velo sombrío viene a cernirse sobre el otrora tan interesante y atractivo castillo. El objeto se torna negativo. «¿No te parece genial —exclama el introvertido— que hayamos descubierto por pura casualidad esta increíble colección?». «Yo me aburro soberanamente», replica el otro, sin disimular ya por más tiempo su malhumor. El primero se enfada y se promete en su fuero interno no volver a viajar nunca más con un extravertido. Éste se enfada a su vez porque el otro se haya enfadado y piensa para sus adentros que en el fondo siempre ha sospechado que su compañero era un perfecto egoísta, por cuyos avaros intereses está echándose a perder para ambos el bonito día primaveral del que todavía podría disfrutarse ahí fuera. 

¿Qué es lo que ha pasado? Los dos paseaban en compartida y feliz simbiosis hasta que llegaron a las puertas del fatal castillo. Allí, el pensador que todo lo medita antes de actuar, el (prometeico) introvertido, dijo: «Estaría bien verlo por dentro». El hombre de acción, el que sólo piensa las cosas después de hacerlas, el (epimeteico) extravertido, se ocupó a continuación de abrir una puerta11. Y es entonces cuando los tipos se invierten: al introvertido, el cual se había resistido hasta ese momento a entrar, ya no hay forma de hacerle salir, y el extravertido daría lo que fuera por retroceder a ese momento en el que no habían franqueado aún las puertas del castillo. El primero ha sido fascinado por el objeto; el segundo, por sus negativos pensamientos. Al posar sus ojos en los viejos manuscritos, la actitud del introvertido sufrió un vuelco. Su timidez desapareció, el objeto tomó posesión de él y él se entregó de buena gana a su poder. En cambio, el extravertido empezó a experimentar una cada vez más fuerte resistencia hacia el objeto, terminando por caer preso de su malhumorada subjetividad. Aquél se convirtió en un extravertido, éste, en un introvertido. Pero la extraversión del introvertido y la introversión del extravertido son diferentes de la extraversión del extravertido y la introversión del introvertido. Antes, mientras los dos paseaban juntos en feliz armonía, ninguno de ellos era causa de incomodidad para el otro, porque cada uno se conducía de conformidad con su verdadero natural. Ambos veían en su acompañante una compañía positiva, porque sus actitudes se complementaban. Sin embargo, el que éstas lo hicieran se debía a que la actitud de uno incluía siempre la del otro.” C. G. Jung. Dos Escritos sobre Psicología Analítica. O.C. Vol 7, §81, 82 Ed. Trotta, Madrid 2007



miércoles, 25 de enero de 2023

"Historia de un matrimonio". Lo masculino, lo femenino y la sombra. Conversatorio V.

REGRESA nuestro conversatorio. Presencial y virtual. Último jueves del mes.

El tema fue " Lo Femenino, Lo Masculino y La Sombra en la película "Historia de un matrimonio" (Noah Baumbach, E. U., 2019). La película sigue disponible en Netflix y deben verla antes del encuentro. 

Virtual: Por el canal "Casa Jung" de Youtube (Ver link más abajo).

Presencial: estar atentos a nuestras redes (para inscribirse en nuestra base de datos escribir a eventos@jungcolombia.com)



sábado, 14 de enero de 2023

La Personalidad según C. G. Jung con Lisímaco Henao H.

Clase en vivo. Sesión 1 del seminario "La Personalidad según C. G. Jung. Los Tipos Psicológicos y los estudios sobre la consciencia". La información detallada sobre el seminario puede consultarse DANDO CLICK AQUÍ

Invitamos a suscribirse al canal DANDO CLICK AQUÍ

jueves, 29 de diciembre de 2022

¿Quién es El Inocente? Por Lisímaco Henao H.

 ¿Quién es El Inocente?

Por Lisímaco Henao H.

Analista Junguiano IAAP-SCAJ



El 28 de diciembre se conmemora un relato, según el cual, tras el nacimiento de Jesús, el rey Herodes habría ordenado asesinar a todos los bebés recién nacidos, a los inocentes. Con el paso de los siglos esta conmemoración se transformó en lo que conocemos hoy: un día para jugar bromas a los amigos, para "hacerles pasar por inocentes". El burlado se transforma así en el tonto, el inadvertido juguete de otros. Pero ¿tiene esto algún reflejo arquetipal reconocible?

Resulta interesante que este juego haya quedado en manos de los adultos, en un acto entre adultos (aunque, por supuesto, no falta la psicopatía de quien hace bromas crueles a los niños en fechas navideñas), y esto quizás se deba a que es el Yo adulto quien más fácil resulta herido al ser sorprendida su supuesta inteligencia, audacia y "avispamiento".

Si la psique es un sistema autorregulado o, mejor dicho, si la psique propicia contínuamente un movimiento dinámico entre sus partes, entonces podemos comprender este movimiento fundamental: el de mantener a raya la tendencia egóica hacia la inflación. Al parecer en la edad media, era el mismo rey quien contrataba y daba alimento, vestido y vivienda al bufón y a toda su familia ¡dentro de los confines del palacio!, todo ello con la única finalidad de que dicho personaje, disfrazado de rey (ver los picos de gallo que imitan burlezcamente la corona, por ejemplo), le imitase para, de esta manera, mostrar al rey en su forma más humana, como uno más que también hablaba o caminaba de manera particular. Esta es una leyenda, que con bases históricas o no, nos dice que la psique genera momentos, encuentros e incluso tradiciones, que evoquen ese movimiento dinámico.

La tradición en sí misma, la de las bromas en este día, surgió en la edad media, cuando clérigos europeos comenzaron a disfrazarse de sus superiores, comían y cantaban canciones obscenas dentro de las iglesias y hacían procesiones en las que se caminaba al revés. Durante estas fiestas incluso se nombraba un papa o un obispo falso. A estas fiestas se les denominaba “Fiesta de los locos”

En este punto, aparece una clara alusión a las imágenes del Trickster, ese arquetipo que tanto Jung como Radin se ocuparan ampliamente. Sus imágenes convergen en el bufón y el loco, en toda aquella figura que represente lo opuesto al orden del ego que ha llegado a la rigidización. En todas las mitologías se encuentra un personaje así, a veces representado por un animal o por un demonio que busca que la divinidad o el héroe fracasen en su tarea ordenadora. Al parecer en algunas mitologías, esta es la fase narcicista e infantil del Héroe, pero, en términos generales, genera imágenes muy precisas de aquel movimiento de la psique que busca recordar al Ego sus justas proporciones, sobre todo cuando se ha autonombrado el principio absoluto o el centro de la totalidad: un rey sin su bufón.

Así que es muy probable que, al mantener esta tradición, la psique colectiva quiera recordarnos todas estas cosas, algo de lo que a veces hablo al referirme a la aceptación profunda de que soy inteligente y a la vez un tonto, que nací con la disposición a acertar y también a fracasar (consciencia de fracaso), de que no se mucho, aunque pueda servirme lo que se. Aceptar el vacío, la falta y la carencia.

PERO ENTONCES ¿QUIÉN ES EL INOCENTE?

Cuando se lleva a cabo “la inocentada”, la broma del 28 de diciembre, en mi país se suele gritar al burlado “¡Pásala por inocente!”, por lo que, al parecer, el inocente no es otro que el Ego. Resumiendo un poco: cada que el Yo se siente el centro director de la psique, cada que pretende ignorar las causas sociales, políticas y económicas que afectan sus decisiones, cada vez que olvida que en la misma psique existen otros centros con igual o más voluntad que la suya y a los que debe re-conocer en vez de ignorar, ese Yo es el inocente, actúa como un inocente que, entonces, tendrá que ser burlado por el otro o por la psique misma, que intentará despertarlo de ese sueño infantil. Herodes, en el relato bíblico, representa al Ego inocente que, inconscientemente, se proyecta en los niños inocentes, e intenta reparar su ignorancia destruyéndoles. Es decir que, quien hace la broma, también es un inocente si se cree más inteligente que el resto.

En definitiva, nadie se salva de ser un (poco) tonto.

¡Bienvenidos a la humanidad! ¡Bienvenidos a este selecto club!


Imagen: dibujo medieval de la fiesta de los locos.