jueves, 28 de julio de 2011

RIZOMA. Clínica y Psicoterapia junguianas

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SEGUNDO SEMESTRE DE 2015


"Imagen e Imaginación en psicoterapia"

(Herramientas)



En semestres anteriores hemos abordado importantes asuntos teóricos sobre nuestro quehacer y el quehacer del alma a través de la patologización y las imágenes inconscientes. Esta vez hemos decidido leer y jugar, pensar y hacer, en un grupo tipo taller que nos permitirá ver y conflictuar algunas ideas sobre posibles "herramientas prácticas"








PRIMER SEMESTRE DE 2015



Histeria, Psicopatía y Emociones
Comprendiendo en la clínica

Texto base: "Dionisos en Exilio" de Rafael López-Pedraza






“Muchos de los estudios de psicología de este siglo, se han realizado en Europa del Norte y en Norteamérica. La mayoría de los psicólogos, en especial los junguiano que han heredado el concepto de Jung sobre los arquetipos, han sido, principalmente, protestantes y judíos cuyas religiones, educación y modo de vida proporcionan una formación ética y una conciencia inclinadas a la represión o a la interpretación errónea del aspecto dionisíaco de la vida. Se trata de un malentendido geográfico, histórico, étnico y religioso. No debe ser una sorpresa que los psicólogos modernos encuentren difícil comprender la relevancia y la presencia de Dionisos en la psique. Arquetipalmente, Dionisos representa una psicología y, si no se percibe ni respeta su presencia, el conflicto psíquico que ello crea, pasa sin ser detectado. Quisiera que el lector entienda que estoy tratando de traer a discusión algunas de las cualidades que Dionisos puede ofrecer a la psicoterapia. Por lo general, estamos tan distanciados de las emociones que propicia la presencia de Dionisos, que la conciencia de esta distnacia pudiera ser la única actitud dionisíaca posible. En este sentido, es difícil imaginar, hoy en día, a un psicoterapeuta que siendo sensible a la presencia de Dionisos, pudiese ser capaz de dar respuesta desde un nivel dionisíaco de la psique y así propiciar un antiguo atributo del dios: la curación. La experiencia del análisis personal del psicoterapeuta y de los estudios de psicoterapia junguianos, hoy en día, no aparentan ser sino el cumplimiento de un requisito académico. De ninguna manera, esto puede ser dionisíaco.

Con la represión del Dionisos emocional, aparece la represión del cuerpo. Ivan Linforth dice que el cuerpo siempre es dionisíaco, de lo cual podemos deducir que Dionisos siempre es el cuerpo. Esto significa abandonar al intelecto y estar en el cuerpo, sentir el cuerpo. Para mí, el tesoro más valioso que se pueda alcanzar en psicoterapia es el cuerpo emocional y esto, obviamente, está relacionado con Dionisos. Podríamos decir que hay un Dionisos en nuestro cuerpo, que está esperando ser contactado y darnos acceso a la riqueza de sus emociones y sentimientos.” Rafael López-Pedraza. Dionisos en Exilio. Ed. Festina Lente, Caracas 2000. Pg 45


Como terapeutas nos internamos cada día en el sufrimiento humano del cual también hacemos parte. Es una necesidad ética y humana estarnos preguntando sobre la vida que se manifiesta en cada dificultad, sobre la naturaleza profunda que hace su aparición mediante la imagen proyectada en los demás, en los sueños, los actos, las fantasías o las vivencias sociales de cada uno y cada una. Las emociones básicas son el motor de todo esto; toda emoción busca expresarse y lo logra mediante imágenes ¿cómo es esa conexión entre emoción y psique? ¿hasta dónde podemos ver las emociones en un occidente que les teme, las castiga o trata de controlarlas reprimiéndolas?

INICIO: Sábado 7 de Febrero 2 p.m.: ¿qué es una emoción? ¿se diferencia del sentimiento? ¿cuales me prefieren a mi?
Lectura: "Introducción a las emociones" En "Emociones, Una lista" Rafael López-Pedraza.

SEGUNDA SESIÓN: Sábado 21 de Febrero 2 p.m.: Dionisos exiliado: ¿Porqué Dionisos? ¿Porqué "en exilio"?.
Lectura: "Dionisos. Mito y Culto". Introducción. Walter Otto.
(prosigue cada 15 días).


FECHA DE INICIO: Sábado 7 de Febrero.
FINALIZA: Sábado 30 de Mayo



SEGUNDO SEMESTRE DE 2014

Histeria: la perspectiva junguiana


“Histeria. La perspectiva Junguiana” (Presentación del curso)


Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que Charcot y Freud redescubrieran la histeria (catalogada y tratada en la antiguedad occidental por los presocráticos), el psicoanálisis y las preguntas fundamentales por lo psicosomático deben a la histeria casi la totalidad de su existencia  y, nos guste o no, ella ha sido vista siempre a través de lentes coloreados por la ecuación personal de los estudiosos, las ideologías de género y las represiones dominantes en cada época.  Podemos afirmar entonces que todos y todas tenemos una gran deuda con este extraño lenguaje del alma, teniendo en cuenta que  toda patología es una voz, una forma en que el alma se imaginar a sí misma y habla en su propio nombre. 

En los últimos años de la modernidad, la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó el término “histeria” y subdividió el cuadro en una multitud de síntomas a los que consideró patologías per se (todas ellas propensas a medicación), motivo por el cual estudiar la histeria es no sólo volver a percibir este código expresivo anímico de una manera completa en su imaginería, sino comprender también la integridad de la psique que en ella se manifiesta, muy a pesar de los manuales diagnósticos y su intento de desintegrar y dividir para instrumentalizar nuestras particularidades, nuestras “rarezas”; así, estudiar la histeria será vernos a través de su complejidad (complejos).

Repasaremos lo sustancial de los primeros estudios, pero, sobretodo, buscaremos el mito, la retorica y el carácter "oracular" que la psicología junguiana nos permite percibir en la histeria o, como afirma nuestro querido Rafael López-Pedraza, “las infinitas manifestaciones histéricas que pululan en el diario vivir”, nuestras histerias cotidianas, la histeria social, política y de los medios de comunicación (la histeria de la que vive la televisión y publicidad actual), para continuar escuchando al alma en el consultorio y fuera de él. (Lisímaco Henao H.)

"Por algo el término histeria fue eliminado de la terminología médica de la American Psychiatric Association y sustituido por el término conversión. Esto nos dice que el fenómeno histérico es solamente tomado en cuenta y tratado médicamente cuando aparece como fenómeno de conversión. Pero, al mismo tiempo, se nos está diciendo que la mayor parte de las infinitas manifestaciones histéricas que pululan en el diario vivir salen fuera de la pantalla de la concepción psiquiátrica que, por lo general, las minusvalora y desprecia. Así, se sumergen en lo colectivo inconsciente de nuestro vivir y lo impregnan desde sus niveles más cotidianos hasta aquellos, por así decir, aunque suene un tanto histérico, de los que dependen los destinos de la humanidad. Es innegable que nuestro vivir se hace cada día más y más histérico. Sólo basta poner atención a cualquiera de los llamados `medios de comunicación`, ahora hipertrofiados como está la televisión, para poder sentir y estudiar cómo esos elementos de los complejos de la histeria son alimentados, de manera brutal, tanto por una simple propaganda de jabón como por la confrontación de armas nucleares."  Rafael López-Pedraza en "Ansiedad Cultural". Editorial Festina Lente, Caracas 2009







Primer semestre de 2014


Re-Imaginar la psicología...

Un encuentro radical con el alma en la psicoterapia y en el mundo.



Segundo semestre de 2013

13 Arquetipos y una infinidad de posibilidades. Diferenciarlos para diferenciarnos.

En los últimos años se ha hecho evidente que el concepto más elaborado por Jung y el más delicado de su obra, el de Arquetipo, es el más incomprendido, tergiversado y banalizado por discursos y técnicas "de moda". La diferenciación entre arquetipo e imagen arquetípica fué exigida por Jung como pre-requisito para llegar a la profundidad del Inconsciente Colectivo y sus consecuencias. Hoy vemos cómo se habla del "arquetipo de Afrodita" o del "arquetipo de Peter Pan" sin ninguna reflexión sobre las consecuencias no sólo teóricas sino también prácticas de esta confusión.

Jung definía el arquetipo como una consecuencia de las experiencias típicas de la especie, pero advirtió que el número de estas experiencias típicas no es infinito y que, de hecho, son más bien pocas. 

Para comprender esto mucho mejor, trabajaremos un texto por cada arquetipo y lo asociaremos con varias imágenes provenientes de diversas tradiciones, de sueños o de casos clínicos.






Primer semestre de 2013

SINCRONICIDAD: La causalidad en la casualidad
Lo psíquico como expresión de lo físico y viceversa

“La psique no es diferente del ser vivo. Es el aspecto psíquico de dicho ser. Es, incluso, la dimensión psíquica de la materia. Es una cualidad” C. G. Jung








Segundo semestre de 2012




Como es costumbre en nuestra metodología se trata de vincular elementos explicativos (lectura y discusión), con aquellos vivenciales que nos permitan tocar lo comprensivo del asunto tratado.

Como una forma de introducir a la temática del mito y su relación con lo psíquico en general, transcribimos el siguiente artículo del analista junguiano y psiquiatra Gonzalo Himiob. 

Artículo tomado de http://www.analitica.com/archivo/vam1997.08/soc3.htm



Mitología y psicología

Gonzalo Himiob

En lo que escribo recurro con frecuencia, por no decir siempre, a las imágenes de la mitología. Lo hago, por una parte para amplificar el tema y para ilustrar, con el recurso de la imagen y la metáfora, la visión del mismo. Pero, aún más importante que lo anterior, lo hago para sustentar la tesis tratada con el bagaje histórico-imaginativo que la filogenia le da a las pasiones y a los patrones de conducta que guían el que-hacer de los seres vivos.

Cada uno de nuestros actos, de nuestras pasiones y motivaciones, está estructurado y sustentado en una larga historia. Historia que nuestros antecesores expresaron en imágenes míticas, en leyendas, en cuentos de hadas y del folklore y en los sueños compartidos de pueblos y aldeas. Para el hombre primitivo las pulsiones e instintos eran manifestaciones de una inteligencia superior que se expresaba a través, y por intermedio, de la psique individual y colectiva. Había ciertos personajes que, actuando a modo de antena, canalizaban las necesidades y daban forma a los requerimientos de la colectividad, ellos son los Chamanes o personalidades "maná." Se supone que estas personas han pasado por un proceso inicíatico que les permite ver más allá de lo que pueden captar los otros miembros de la sociedad. En las tribus primitivas era, y es en ciertas etnias, frecuente observar como jefe o brujo reune a sus congéneres para contarles el sueño tenido la noche anterior. Si este es un "Gran Sueño," marcará el destino de la comunidad pudiendo cambiar la historia de todo un pueblo o el de una civilización. Los ejemplos sobran, basta recordar a José y sus sueños sobre el futuro de Egipto, los sueños reportados por Rasmussen--el explorador que llegó al polo Norte--y que le fueran contados por tribus esquimales de como, gracias al sueño de un chamán, la tribu se movilizó hacia el Oeste para terminar llegando a América. Los sueños también previenen, nos alertan de posibles riesgos. Así, Carlos Gustavo Jung en su ensayo "Wotan" reporta, en un sueño profético, la derrota del pueblo alemán en la Segunda Guerra Mundial.

Los mitos y leyendas nos hablan del alma colectiva, nos brindan imágenes de los patrones y formas de aprehensión de las grandes civilizaciones. Se constituyen así, en una suerte de entendimiento del alma de los pueblos. El mito de Aquiles y Pentesilea nos narra, en forma poética y terrible, de la destrucción que puede sobrevenir de las polarizaciones cuando de la lucha de géneros se trata. Aquiles, el más acabado modelo masculino de la heroicidad Griega, mata a Pentesiléa, la reina de las Amazonas, al hacerlo, mata su posibilidad de amor y llora sobre el cadáver de su amada-enemiga. Henrich von Kleist en la tragedia "Pentesiléa," narra esta epopeya, la cual tiene una actualidad sorprendente en la lucha entre el masculinismo y el feminismo.

Los cuentos de hadas y del folklore retratan estos modos de conducta en comunidades mas pequeñas, son la mitología de las sociedades más limitadas. Vemos entonces como, en cada pueblo, en cada familia se barajan historias y anécdotas que constituyen el hilo directriz de la tradición. Ellas dan sentido de pertenencia, de identidad, nos engraman dentro de un determinado módulo de desarrollo, nos dicen quienes somos, cuales son nuestros puntos de pártida. Ellas también nos hablan de los guiones que van a gobernar nuestra existencia: patrones y argumentos que pueden destruirnos o construirnos, y que sobrepasan en mucho las posibilidades de la acción volitiva.

Los sueños son las mitologías individuales, cuando no son Grandes Sueños como los relatados anteriormente. Ellos nos dicen la acción de nuestra vida, nos alertan y compensan cuando una conducta está muy polarizada, complacen nuestras fantasías más secretas y nos dan las pautas para dar dirección a nuestra existencia. Los sueños nos hablan del mito que se está constelizando en nosotros; mas allá de los diagnósticos médico-psiquiátricos son los mitos, los cuentos que cada unos de nosotros debe vivir, los que nos permiten entender, con claro conocimiento psicológico, lo que constituye el sentido de la existencia individual. Cada persona está regida por un patrón que los antiguos Griegos llamaron "Daimon." Este demonio es una especie de destino que cada individuo debe satisfacer, la traición al destino particular produce sufrimiento y, a la larga, enfermedad y muerte.

Lo anterior choca abruptamente con las concepciones colectivistas. Estas últimas nos hablan de un ideal universal de perfección. Como si todos los seres humanos fueramos iguales y estuvieramos destinados a un mismo fín. Lo que es ideal para unos no tiene, necesariamente, que ser un modelo único. Pero también esta concepción de una sola forma de vivir y de concebir el desarrollo, encuentra fundamento en la mitología y en la historia: Procrusteo fué un Rey que quería que todos quienes vivieran en su ciudad fueran iguales, inventó para ello un lecho donde tendía a los ciudadanos y viajeros, y si la talla no era la esperada, los estiraba o recortaba, según el caso. Lo mismo ocurre actualmente cuando pretendemos imponer a nuestros semejantes patrones divorciados de su realidad individual. Si bien hay una serie de normas y leyes que nos permiten convivir, estas deben servir para hacer respetar las diferencias particulares y no para uniformar a los ciudadanos.

Es posible que la raiz de las guerras se encuentre en las diferencias no respetadas y en la imposición de criterios individuales que se universalizan.

Para los gobiernos es útil tener una juventud estúpida y una masa de adultos no beligerante, no pensante. Cuando las personas comienzan a cuestionarse, los malos gobernantes tiemblan. En la antigua Grecia, se destinaba al ostracismo a quienes se destacaran, ellos eran sujetos de envidia y por lo tanto repudiables por la gran masa amorfa. Así ocurrió con Socrates condenado a beber la cicuta por enseñar a sus jóvenes alumnos a pensar y a encontrar su propia verdad, por medio de la reflexión y el cuestinamiento. Lo propio está ocuriendo hoy con la psicología, especialmente con aquellas escuelas que promueven el desarrollo del individuo y no la masificación de los seres humanos.

La psicología es una mitología de la actualidad, en especial la psicología profunda. En esta estudiamos las motivaciones más hondas del comportamiento humano. Las escuelas de psicología profunda nacen con la concepción de lo incosciente, es este un estado en el cual los contenidos psíquicos no están disponibles para la reflexión consciente, es decir, representa una condición de inaccesibilidad en los procesos condicionantes de la conducta. Esta inconsciencia va a determinar gran parte de nuestra conducta, con la particularidad de que ella trabaja veinte y cuatro horas al día, siendo una fuente inagotable de información, tanto por los estímulos subliminales que se almacenan en ella, como por los instintos y pulsiones que pugnan por su expresión desde sus profundidades. En ella se almacena también todo el bagaje filogenético y evolutivo de la especie. La predeterminación de la conducta se evidencia en los actos fallidos, los sueños, las equivocaciones, los estados de humor inexplicables, los síntomas y las enfermedades. Desde lo inconsciente se producirá la elaboración imaginativa.

La creación es una forma por medio de la cual los seres humanos expresamos nuestro paradigma vital, colectivamente esta se manifestará por medio de la poesía de la mitología, en los cuentos de hadas y, a nivel más personal en los sueños y las obras de arte, en la poesía, en la música, en la pintura, etc.

Es por lo anterior que el conocimiento de la mítica de los pueblos, las anécdotas familiares y populares son tan importantes para el conocimiento del hilo conductor de los seres humanos, tanto a nivel colectivo como individual. Es probable que en la mitología encontremos patrones que puedan indicarnos el sentido de los fenómenos que presenciamos en la actualidad. Ella nos puede indicar el camino basándose en la experiencia, en la historia y en el conocimiento de los patrones eternos que condicionan el comportamiento humano, los arquetipos.

Para nosotros, hombres y mujeres del siglo XX, entrando en el XXI, es humillante pensar que nuestra realidad está guiada por las mismas necesidades que orientaron la existencia hace 6.000 años. Hay que tener una alta dosis de humildad para reconocer que la búsqueda de la vida eterna, la cual llevó a los Sumerios a escribir la Epopeya de Gilgamesh, tiene la misma motivación que la que conduce gran parte de los experimentos médicos en la actualidad. Que la persecusión de la felicidad y la juventud, el encuentro con el Shangrila mítico, condiciona la vida de gran cantidad de hombres y mujeres de hoy.
La lucha contra lo inevitable, la ilusión de que podemos vencer lo que en sí mismo es invencible, la necesidad de los hombres de jugar a dioses, de crear y hacer vida, que la clonación no nace en nuestra era, ya estaba engramada en la creación del Golem por el pueblo judio, en la fantasía siempre presente de crear a un ser perfecto e invencible. Es esa misma fantasía la que hace a las universidades actuales hablar del"Producto humano que el País necesita y que ellas tienen el deber de proveer." Es absurdo pensar que la perfección se puede alcanzar negando nuestras miserias y limitaciones, nuestras maldades y sombras. Negar la esencia paradojal del ser humano, que somos buenos y malos, nobles y viles, altos y bajos, uno y multiple; es una de las condiciones más peligrosas para el individuo y para los pueblos. Ella nos conduce a la inflación irreflexiva. Esta última fué llamada Hubris por los Griegos y constituyó el pecado por excelencia. Por Hubris fue condenada Aracné a tejer eternamente, ella se sintió tan segura de su arte que se atrevió a retar a Atenea, la diosa después de vencerla la convirtió en araña. Ixión se atrevió a desear a Hera e intentó poseerla, por ello fué castigado a permanecer en el Hades atado a una rueda de fuego.

Somos víctimas de Hubris quienes nos infatuamos en nuestra omnipotencia y en nuestro Narcisismo. Nos sentimos por encima de nuestros semejantes arriesgándonos a ser víctimas de la venganza de esos dioses y demonios que pueblan el inconsciente individual y el alma colectiva.

Dr. Gonzalo Himiob Tef:             (02) 986 5757       Fax: (02) 987 9290
E-Mail: sdao@ccs.internet.ve
Caracas-Venezuela





Sobre el grupo


DIRIGIDO A: personas dedicadas a la terapia o en procesos de formación como terapeutas (médicos, terapeutas de diversas disciplinas, psicólogos, practicantes, etc.). Sólo se requiere saber que el objeto último de toda terapia es el alma (incluido el cuerpo como su parte más visible). No es un curso propiamente dicho, ni un grupo de estudio estrictamente hablando, tampoco es sólo un conversatorio; es la combinación de todo ello dando lugar a un encuentro en torno a los asuntos más importantes en lo que al cuidado del alma se refiere.




El nombre del grupo proviene de la siguiente metáfora elaborada por Jung:

"La vida se me ha aparecido siempre como una planta que vive de su rizoma. Su vida propia no es perceptible, se esconde en el rizoma. Lo que es visible sobre la tierra dura sólo un verano. Luego se marchita. Es un fenómeno efímero. Si se medita el infinito devenir y perecer de la vida y de las culturas se recibe la impresión de la nada absoluta; pero yo no he perdido nunca el sentimiento de algo que vive y permanece bajo el eterno cambio. Lo que se ve es la flor, y ésta perece. El rizoma permanece."


Provocación




“De hecho, la palabra «verdad» no pertenece al vocabulario del alma, que va más bien en busca de la comprensión intuitiva. La verdad es algo que nos detiene reclamando compromiso y defensa. La comprensión intuitiva es un fragmento de conciencia que nos invita a seguir explorando.” Thomas Moore. El cuidado del alma

“Quizás sean los mismos psicoterapeutas los más aptos para entender lo que quiero decir, ya que me parece muy insensato el psicoterapeuta que se identifica con sus `triunfos´ y tiene una actitud triunfalista. Si así lo hace, no le quedará más remedio que identificarse también con sus fracasos, a no ser que divida esta mecánica de triunfo y fracaso como el que divide una manzana y concibe ingenuamente que los triunfos son suyos y los fracasos
del paciente.” Rafael López-Pedraza. Ansiedad Cultural

El espíritu de este tiempo sólo quiere oír acerca de la utilidad y el valor. También yo pensaba así, y lo humano en mí todavía piensa así. Sin embargo, aquel otro espíritu me obliga a hablar más allá de la justificación, la utilidad y el sentido. Lleno de orgullo humano y encandilado por el desmedido espíritu de este tiempo, intenté largamente alejar de mí a aquel otro espíritu. Pero no reparé en que el espíritu de la profundidad posee, desde antaño y en todo el futuro, más poder que el espíritu de este tiempo que cambia con las generaciones. El espíritu de la profundidad ha sometido todo el orgullo y toda la altanería del juicio. Me quitó la fe en la ciencia, me robó la alegría del explicar y el clasificar, y dejó que se extinguiera en mí la entrega a los ideales de este tiempo. Me forzó a bajar hacia las cosas últimas y más simples.” 
C.G. Jung. El Libro Rojo.



El alma es una entidad sensible al encuentro, en el sentido de que quizás su más perceptible manifestación se da en el momento en que dos o más se ocupan de ella. De este modo tanto la transferencia como la contratransferencia, esos fenómenos del encuentro terapéutico a los que Jung denominara “asuntos con cuernos”, resultan ser las herramientas por medio de las cuales el alma y su Eros daimónico mantiene la tensión necesaria para que el encuentro se dé y se profundice. Un ejemplo de esto se encuentra en el hecho de que algunos/as pacientes no persistirían en el proceso si no fuera gracias a la transferencia (cosa que también podría ocurrirnos a los terapeutas).

El filósofo presocrático Heráclito afirmaba que “la naturaleza gusta de ocultarse”, y si el alma es nuestra más íntima naturaleza entonces ella sabe esconderse, jugar a las escondidas como niña que es, como duende y daimón, mientras nos hace niños, duendes y daimones en su búsqueda. El objetivo último de estas pilatunas parece ser el de mantenernos interesados para poder ser percibida. El encuentro terapéutico es, no pocas veces, ese juego, pero, adultos como somos, no pocas veces también nos sorprende el abatimiento y la desesperanza, pues el alma teje en su propio ritmo, un ritmo a veces tan ajeno al del ego, que uno termina preguntándose si no estará perdiendo el tiempo. Y es que esa frase: “perder el tiempo”, es una de las preferidas del ego, es su trampa favorita para atrapar las energías dedicadas al alma, a la belleza, al des-tiempo de la espera, al contra-tiempo del silencio, al a-temporal deseo del alma de manifestarse a quien sabe esperar y acunar las imágenes de las que parece carecer.

Porque la psicoterapia parece siempre un ejercicio en la carencia: de salud, de paz, de “normalidad”. A esa carencia nos gustaría llamarla herida, porque la imagen de la herida es muchísimo más creativa que la imagen de la carencia. La herida es movimiento, es la imagen de algo que avanza hacia la cicatrización, hacia la cicatriz evidencia de que hemos vivido. La carencia, en cambio, nos conduce hacia sensaciones de anhelo y vacío insondable. No es que tengamos problemas con el vacío, sólo con aquel que nos aparta de nosotros y nos conduce fuera, hacia las ilusiones milagrosas de la genética, la política o la guerra. No. No es un problema con el vacío en sí, de hecho, hemos de reconocer que la carencia y el vacío son imágenes arquetípicas de un estar en falta, inevitablemente seres caídos y divididos. Pero estas imágenes y su emoción paralizan fácilmente, la herida, en cambio, siempre nos propone aventura, dinamis.

Por todo ello los terapeutas estamos llamados a ser gentes apasionadas y arriesgadas, y seremos gentes siempre un poco extrañas. Apasionadas porque trabajamos a partir del dolor propio, de la conciencia de la vida que nos ha marcado tanto o más que a nuestros pacientes. Porque la pasión se activa allí donde se busca una imagen que refleje lo que uno siente, y porque ser apasionado es estar en el centro de la tierra que palpita de realidad; no puede uno apasionarse sin padecer y en el padecer encuentra la pasión su confirmación última. Porque padecer, saberse herido, es tocar tierra, ser real, nacer psicológicamente.

Los terapeutas somos gentes de riesgo, sí, porque sondeamos en abismos llenos de sorpresas, de salientes y formas difusas e interesantes, pero inesperadas. La psicoterapia profunda da poco lugar a seguridades metodológicas o a certezas clínicas. Un trozo de roca del pasado del alma puede esconder en su centro el oro pero también el estiércol; podemos ser sorprendidos –nosotros y nuestros pacientes- por una sombra que no esperábamos, por un recuerdo que quisiéramos no necesitar. Y también cuando construimos futuro, porque también hacia el futuro avanza el alma, lo más anhelado puede ser lo menos conveniente para el ego porque el alma avanza por su propio camino. Nuevamente podemos llegar a desalentarnos –nosotros y nuestros pacientes-, y es entonces cuando aprendemos, cuando el alma, bella dama, se transforma en la guía y maestra del proceso de vivir.

Y sí. También somos un poco extraños. Este mundo, sus personas, más que terapia quieren anestésicos, más que procesos curas milagrosas, potentes reflectores y no cursos sobre cómo aprender a ver en la penumbra, cirugía laser y no “feas cicatrices” en donde una vez la vida dolió. ¿Y cómo culparlos? Todos hemos soñado con “dar en el clavo” rápidamente, es decir que agazapado bajo diferentes formas se nos ha presentado el terapeuta heroico, exitoso, breve o milagroso. Quisiéramos evitar el sufrimiento tanto como nuestros pacientes, pero… ahí seguimos, preguntándonos sobre cómo com-padecer al alma, padecer con ella en nuestro padecimiento, todo lo contrario a lo que este mundo y sus personas (es decir, un aspecto de nosotros), predica y desea para ser más efectivo, más exitoso. En definitiva, somos bastante anormales, bastante raros y exóticos; no porque nos hayamos librado de la humana tendencia a soñar con ungüentos mágicos, sino porque nos reunimos en torno a la pregunta por ese sueño y por otros, menos mágicos, pero más creativos.

De esto se trata nuestro grupo:

• Reunirnos en torno al alma para que ella se manifieste en toda su potencia y nos invite a su juego
• Recorrer los caminos imaginales que van de la herida a la cicatriz reconociendo nuestras realidades en el ejercicio terapéutico
• Recoger las herramientas que Jung y otros seres apasionados, arriesgados y extraños, han construido para el pedagógico descenso 
• Tocar las imágenes de las dinámicas psíquicas contemporáneas (psicopatologías) teniendo en cuenta las situaciones sociales con las que están relacionadas, re-creando y construyendo sobre los aportes que la psicología profunda puede hacer a la comprensión de dichas dinámicas.

Es una mezcla de grupo de estudio, curso de clínica y conversatorio permanente. Evitaremos tratar con aquello que no esté a nuestro alcance tocar en nosotros y en las personas con quienes nos encontramos como terapeutas. Esa será la guía del discurso teórico, porque ya sabemos que la teoría es también imagen, y si no la podemos imaginar, entonces de nada nos sirve en la práctica.




PRIMER SEMESTRE DE 2012

PRODUCTOS DE LA IMAGINACIÓN Y PSICOTERAPIA




Sábados 2 a 4 p.m.

Inicio: Febrero 4
Cierre: Junio 30


Inversión: 260.00.oo



PRODUCTOS DE LA IMAGINACIÓN Y PSICOTERAPIA

TEMAS


Se trata de un acercamiento conceptual-vivencial a las manifestaciones psíquicas que operan como contenedoras de emociones y como constructoras del desarrollo individual y colectivo (Proceso de Individuación).

La construcción de conciencia (a ello apunta toda terapia), consiste en hacernos cada vez más humanos, más reales, en el sentido de diferenciarnos (y diferenciar a los demás) de las imágenes colectivas que nos superan en todos los aspectos. Sin embargo, este trabajo requiere el reconocimiento de dichas imágenes para liberar a la psique individual de su identificación con la psique colectiva.

La comprensión de la imaginación como posibilidad de percibir las imágenes de nuestros procesos psíquicos es fundamental en el mencionado camino de real-ización. A nivel colectivo encontramos las grandes producciones imaginales de la humanidad (Cuentos de Hadas, Mitos, Rituales, Leyendas, Arte, Religión, etc.), y, por supuesto, a nivel individual también (Sueños, Fantasías, Proyecciones, etc.). Nuestro propósito será asomarnos a dichas construcciones para comprenderlas y vivenciarlas, pasándolas por el cuerpo y por la mente.

Introducción: Imagen e Imaginación. “La psique crea la realidad cada día mediante la imaginación”

- Símbolo y psicoterapia
De qué hablamos cuando hablamos de Imagen?
Sobre el concepto de lo arquetipal.
Gimnasia Aquetipal I: Dentro y fuera de la caja de arena.

Cuentos de Hadas y Mitos. Los personajes y las acciones de los mitos y los cuentos de hadas son representaciones del acaecer de la psique.

Acercamientos (Clarissa Pinkola Estés, Marie-Louise Von Franz, C.G. Jung, James Hillman).
Reyes y Reinas, Princesas y Príncipes, Brujas, Ogros, Duendes, Niños, Niñas y Ranas.
Castillos, chozas, riachuelos, bosques, ungüentos, aire, tierra, agua y fuego.
Gimnasia Arquetipal II: Mi vida y sus cuentos.

El trabajo del Sueño. Nuestros complejos, la gente menuda, son los protagonistas de nuestros sueños.

Quién es El Sueño en mí?
El sueño y el inframundo
Ego y Sueño.
Gimnasia Arquetipal III: Fue sólo un sueño… y quizás no.

Psicoterapia e Imaginación. Técnicas de acercamiento a los productos psíquicos

Amplificación
Imaginación Activa
Caja de Arena
Gimnasia Arquetipal IV: Construyo mi forma particular de imaginar terapéuticamente.

FACILITADORES

Lisímaco Henao Henao.

Psicoterapeuta
Psicólogo U. de A. Medellín
Mg. Psicología Analítica U.R.L. Barcelona
Analista junguiano en formación de la I.A.A.P 
Docente universitario - Autor.

Cristina Hincapié.

Psicoterapeuta
Psicóloga U. de A. Medellín
Artecuidadora U. De A.