jueves, 24 de marzo de 2022

LA VIRGEN Y LA BRUJA. Desgarro y reconciliación (Fragmento). Con Lisímaco Henao H.

 Se sabe que uno de los grandes aportes de Jung, quizás el más significativo, es el haber demostrado que como los gatos, las ballenas y las tortugas, los humanos también nos parecemos entre nosotros y que ese parecido tiene que ver con una estructura antigua que se repite y se renueva al mismo tiempo.  Este concepto, el de arquetipo, parece ser el más conocido hoy en día, hasta el punto en que podemos encontrar que el término se usa en casi cualquier discurso, no obstante el concepto ha ido perdiendo su eficacia debido a que se le mezcla continuamente con otros como rol, estilo, imagen y, últimamente, con lo que sería en realidad su opuesto radical: estereotipo. Para no perdernos en esta marea de inexactitudes mantengamos dos elementos en el horizonte, el primero, que arquetipo significa “impronta arcaica”, lo cual nos aleja de decir que, por ejemplo, Michael Jackson es un arquetipo, debido básicamente a que no es tan arcaico a pesar de ser una imagen reconocible, y en segundo lugar tengamos en cuenta la enseñanza de Jung con respecto a que los arquetipos sólo pueden ser conocidos a través de imágenes y que la imagen no es el arquetipo, es sólo su expresión en un tiempo y una cultura determinada.

Debido a los alcances de este trabajo me referiré exclusivamente a un arquetipo, el de Anima, la que llamamos comúnmente “Lo Femenino”. ¿Qué es el ánima? ¿Qué es lo femenino?. En cuanto a esto hay dos consideraciones fundamentales en la obra de Jung, la primera se refiere al anima como un complejo de representaciones de lo femenino en el alma de un hombre. En “Dos estudios en Psicología Analítica” nos dice Jung que el anima se manifiesta en los hombres como cambios súbitos de humor, que ella en el hombre es la vivencia emocional que para él suele ser inconsciente y que por lo tanto se muestra como sentimentalismo. Frente a este postulado no le han faltado críticas, sobre todo desde los lados del feminismo que considera un tanto misógino el decir que lo femenino sólo puede producir problemáticos estados de humor ¿estaba Jung basándose en la mirada freudiana a la histeria?. Podríamos decir en su defensa que, en ese mismo texto Jung habla del anima como la figura de la conexión entre un hombre y su alma.

Esta formulación de Jung se ve aclarada por otra, muy posterior, en la que plantea que el anima es el Eros, la tendencia a la conexión, a la vinculación y la cercanía, hay un párrafo en AION donde parece desmarcarse de ese asunto de “el anima como lo femenino de los hombres” y se refiere más bien a ella como lo femenino en la consciencia masculina:

“Del mismo modo que el ánima se convierte mediante la integración en un eros de la consciencia, así el ánimus lo hace en un logos y, como aquélla presta a la consciencia masculina relación y referencia, ésta presta a la consciencia femenina pensatividad, reflexión y conocimiento”[…] “Sus personificaciones representan una función de mediación entre la consciencia y lo inconsciente” (C. G. Jung. En “Aión”)

Con esta insistencia en hablar de “consciencia masculina” y “consciencia femenina”, podemos deducir que encontramos al anima como un complejo particular que puede llevarnos a las reacciones emocionales y sentimentales de carácter irracional que ya todos y todas conocemos, pero que Anima es también un arquetipo, una impronta arcaica disponible para toda la humanidad sin distinción de géneros. Entonces Anima es Eros, vinculación, cercanía e integración, un estado que en su polo negativo –porque todos los arquetipos lo tienen- nos puede poner en contacto con un arcaico estado de indiferenciación, un camino regresivo que puede destruirnos o no, todo depende de la manera como la regresión sea tratada. 

Lisímaco Henao H. 

Fragmento 3 del seminario "Lo Femenino y su sombra". En 2019, En Palma de Mallorca (España), tres analistas junguianos, desde tres perspectivas diferentes, presentaron el seminario LO FEMENINO Y SU SOMBRA. Magaly Villalobos de Venezuela (Aspectos arquetipales de lo oscuro femenino), Lisímaco Henao de Colombia (La Virgen y La Bruja: desgarro y reconciliación) y  nuestro anfitrión Ricardo Carretero (Poetas malditas, y otras más); nos reunimos durante dos días con un grupo estupendo que con sus preguntas y comentarios enriquecieron  las preguntas acerca del alma y sus personajes. Aquí un fragmento de la presentación del analista Lisímaco Henao H.