Jung cuenta que durante su época de "confrontación con el inconsciente", en uno de los momentos de mayor desorientación psíquica, descubrió que lo único que podía hacer era jugar formando una aldea en miniatura con las piedrecitas a orillas del lago. No sabía qué significaba lo que hacía, pero sentía que tenía que hacerlo, que el niño en él estaba vivo y que, de hecho, necesitaba jugar. Eran días en los que su ser adulto estaba recibiendo duras, dolorosas y transformadoras lecciones (de todo ello surgiría El Libro Rojo).
El juego ha sido ampliamente explorado por terapeutas de todo el mundo y el Sandplay o Caja de Arena ha sido desarrollado por varias corrientes psicológicas. Dentro del ámbito de la Psicología Analítica es pionera en su estudio y aplicaciones la analista Dora Kalff (1904-1990).
Más recientemente esta herramienta ha apuntado al trabajo con niños y niñas provenientes de ámbitos socialmente deprimidos, gracias al desarrollo de la analista italiana Eva Pattis Zoja. En Colombia la Dra. Pattis junto a un grupo entusiasta de voluntarios liderados por el analista Eduardo Carvallo, han llevado estas aplicaciones a barrios populares de Bogotá y Medellín.
A continuación ofrecemos un video donde aparece la Dra. Kalff hablando de su trabajo y un fragmento del texto "Mandalas y Sandplay" de la Licenciada Ale Santamaría. El texto aparece en la página de facebook de la Fundación C.G. Jung de Psicología Analítica de Buenos Aires.
Sandplay.
(Lic. Ale Santamaría. Fundación C. G. Jung de Buenos Aires)
El juego ha sido reconocido como algo importante desde los tiempos de Platón, quien observaba que “se puede descubrir más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación”. En el Siglo XVIII, Jean Jacques Rousseau, en su libro “Emilio” habló sobre la importancia de observar el juego infantil, como forma de aprender sobre y comprender a los niños. Un siglo después, el pedagogo alemán Friedrich Fröbel, en su libro La Educación del hombre, señalaba la importancia del simbolismo en el juego e indicaba que “el juego es el mayor desarrollo de la niñez, porque es el único libre exponente de lo que ocurre en el alma infantil…el juego de los niños…está lleno de sentido e importancia.” Al inicio del Siglo XX Sigmund Pfeiffer publicó un trabajo sobre el juego infantil, en el que señalaba que el juego es una formación del inconsciente, sujeto a los mismos procesos primarios de condensación, desplazamiento y simbolización que ocurren en el sueño. Señaló también que los distintos personajes que aparecen en el juego representan al niño que lo juega. En la misma época, Hermine Hug-Hellmuth formalizó la terapia de juego, proveyendo a los niños con juguetes para que estos se expresaran y enfatizó la importancia del juego en el análisis infantil. En 1919, Melanie Klein, psicoanalista infantil británico-austriaca, empezó a implementar una técnica que utilizaba el juego como un medio de analizar a los niños. Esta psicoanalista sostenía que el juego en los niños era esencialmente lo mismo que la asociación libre en los adultos y que de esta manera, el juego daba acceso al inconsciente del niño. Margaret Lowenfeld fue una médica británica, que se especializó en pediatría y psicología infantil a partir de la década del ’30. Descubrió que los niños utilizan símbolos con bastante naturalidad, para recrear sus mundos interiores. Esto se ve, por ejemplo, cuando manipulan y juegan con distintos objetos en el piso. Luego desarrolló un método que aprovechaba este proceso, al que denominó World Technique, porque los pacientes lo veían como un mundo en miniatura.
Posteriormente, la terapeuta junguiana Dora Kalff asumirá el reto de hacer compatible la teoría junguiana con la World Technique, de lo cual resultará el Sandplay, aplicable al trabajo terapéutico no sólo de niños sino también de adultos. Colaboró con Lowenfeld, diseñando la bandeja y añadiendo arena, que es el medio por el cual tanto niños como adultos pueden sustraer el contenido psíquico a la consciencia. Para ello, Kalff viajó a Londres a recibir el entrenamiento directamente de Margaret Lowenfeld, compartiendo sus experiencias, similitudes y diferencias entre los dos enfoques. Kalff finalizó el desarrollo de esta técnica en Suiza, en las décadas de los años 50 y 60. Lo hizo mientras estudiaba en el instituto de C.G. Jung en Zürich, habiendo sido animada por el mismo Jung a que iniciara su entrenamiento. Kalff (1981) nos cuenta “…cuando fui a Londres en 1956 a estudiar con la Dra. Margaret Lowenfeld su «Técnica del Mundo» (World Technique) mi principal interés estaba en esta técnica como medio ideal para acercarse al inconsciente del niño. Sin embargo, pronto descubrí que cuando el paciente, fuese un niño o adulto, construye «mundos» en intervalos regulares, uno puede observar un proceso de desarrollo que comienza a moverse, dirigido por la oculta totalidad inconsciente…El proceso analítico progresa, hacia una unión de opuestos, en el acto de jugar. Por lo tanto, dí a este método el nombre de Sandplay.”
La intención de esta técnica es facilitar la curación y el desarrollo personal pleno, a través de la conexión con el inconsciente, en pacientes adultos, adolescentes y niños. En palabras de la propia fundadora “Sandplay es el método que utilizo en terapia tanto con niños como con adultos para acceder a los contenidos del inconsciente. Como su nombre lo sugiere, consiste en jugar en una caja de madera especialmente proporcionada... Se ofrece así mismo la arena seca y húmeda. Los pacientes también tienen a su disposición un número de pequeñas figuras con las cuales ellos dan realización formal a sus mundos internos. Las figuras que pueden elegir, deben ofrecer de la manera más completa posible, una muestra representativa de todos los seres animados e inanimados que podemos encontrar en el mundo externo así como en el mundo imaginativo interno...” Kalff, D. (1991).
El Sandplay genera un ambiente facilitador, que a veces puede implicar también trabajo con los sueños, terapia de la conversación u otros métodos de apertura a la imaginación. Es importante, sin embargo, que al paciente se le dé la oportunidad de elegir entre cientos de diminutos objetos y figuras para crear en la bandeja de arena un cuadro de su mundo interior. Las escenas que toman forma en la bandeja son comparables a las imágenes simbólicas que ocurren en sueños. Inmerso en el juego infantil, el paciente pierde las inhibiciones propias de su nivel consciente y entra en el mundo de lo inconsciente. La actividad es multidimensional - se utiliza la vista, las manos, el cuerpo, la mente y el espíritu - y así tiene una resonancia profunda con el sujeto. El terapeuta atestigua la escena, sin dirección o interpretación, respondiendo sólo a los comentarios del cliente. Así se sostiene un espacio sagrado , que permite al individuo unirse con los contenidos psíquicos profundos en su propio espacio y tiempo. El análisis psicológico o la interpretación pueden ocurrir más adelante, si así es requerido.
Para trabajar con la técnica del Sandplay se utiliza una caja de madera de cm x cm pintada de azul. En la misma se trabajará con arena seca o húmeda y distintas figuras. Las figuras pueden incluir:
Para trabajar con la técnica del Sandplay se utiliza una caja de madera de cm x cm pintada de azul. En la misma se trabajará con arena seca o húmeda y distintas figuras. Las figuras pueden incluir: